Pasión descontrolada: 3 orgasmos en la primera cita
La química entre ellos era palpable desde el primer momento. Su encuentro se convirtió en una clase magistral de seducción, donde los cuerpos se fusionaban sin inhibiciones. En un derroche de pasión descontrolada, él decidió que haría todo lo necesario para llevarla al clímax no una, sino tres veces. Con cada orgasmo, sus gemidos llenaban la habitación, mientras sus deseos más ocultos eran explorados sin vergüenza. La tensión se desbordó, transformando esa primera cita en una experiencia inolvidable.